RÓMULO MACCIÓ SELECCIÓN DE PINTURAS 1963/1980 Porque es habitual decir palabras en libros visuales seré infiel a mi
axioma: "la pintura no se dice, se muestra". Decimos que mostramos
reproducciones de originales. Se pueden ver una serie de cuadros que no sería fácil
reunir en una exposición. Las exposiciones son más efímeras que los libros. El libro
también es más atento, llega al sillón del contemplador. No se puede negar el carácter
retrospectivo del libro, no cronológico. Al tomo y retomo de la creación artística no
lo veo pasar por la anecdótica cronología. Siento la pintura atemporal y el sufijo ismo
para mi no existe. Este libro sería algo así como una memoria y balance, por el momento.
Estos cuadros reproducidos demostrarían versatilidad, pero no nos engañemos, se esconde
una reiteración en la manera de plantar la figura en el espacio, en un dibujo estructural
como esqueleto del cuadro y en la particularidad de la pincelada. Se cambia para ser el
mismo. Es preferible el estilo a la uniformidad. También hay un intento de desarticular
el espacio pictórico contraponiendo plano versus volumen, perspectiva versus espacio
indeterminado o haciendo participar simultáneamente dos temas en el mismo cuadro como en
"Dos en uno", "Ruptura", "Espacios interrumpidos" o en
"Vivir lo de todos los días". Estas contradicciones visuales son más evidentes
por su precisión gráfica en las pinturas que van del año 1963 al 69. En las posteriores
(excluyendo las que llamaría "domésticas", naturalezas muertas, paisajes y
retratos que parten de un enfoque previsto de la pintura, salidas de la mano del Macció
que sólo pinta lo que ve) estas contradicciones se dan en líneas cortantes y en
ilógicas anatomías de figuras puestas sin apoyo, colgadas en espacios indefinidos. Diré
que aquello que pareció desarmónico hoy no lo es tanto. Tampoco es importante lo
inesperado o sorprendente como categoría artística. Si la meta de la pintura es la
belleza bárbara irracional, no se llegaría a ella por barruntos intelectuales
generalmente progresistas. La pintura a mi modo de ver - no soy dueño de la verdad - es
recalcitrante, resiste. En pintura la pintura es lo más importante. Y ese acorde
misterioso que se produce en las verdaderas pinturas es algo ajeno al pintor; él hace lo
que puede o lo que le sale. De todas maneras este oficio no está exento de tiranía, por
lo menos en mi caso lo que pinto me tiene que gustar a mi primero. © Rómulo Macció, octubre de 1980 RÓMULO MACCIÓ VALE EL VIAJE ... El porteño Rómulo Macció, que lleva años viviendo una vida errante (París, Londres, Nueva York, España...), es uno de los nombres clave del arte hispanoamericano. Desde los sesenta ha estado presente, en términos expositivos, en nuestro país; mucho más presente, desde luego, que otros artistas de su procedencia. Sabemos que su trabajo le interesó, en un determinado momento, a Gordillo - ambos expusieron en Edurne -, y que lo han defendido algunos de nuestros críticos, y entre ellos Moreno Galván y Santos Amestoy. Si hiciéramos, sin embargo, una encuesta de urgencia en el medio español del arte, mucho me temo que esta arrojaría un balance negativo respecto del grado de conocimiento de su nombre, y no digamos de su obra... Dedicado desde muy joven al grafismo publicitario, miembro a finales de los cincuenta del grupo Boa que resultó ser el último coletazo del tardío pero muy interesante surrealismo argentino, Rómulo Macció participó, entre 1961 y 1965, en la aventura clave de la Otra figuración, a la que todos los estudiosos del arte moderno del Plata, de Romero Brest a Jorge Glusberg, pasando por Guillermo Vitelow o por Damián Bayón, le conceden una gran importancia en tanto que fermento de renovación, y de carácter histórico. "No constituimos un movimiento, ni un grupo, ni una escuela, simplemente somos un conjunto de pintores que en nuestra libertad expresiva sentimos la necesidad de incorporar la libertad de la figura", leemos en la declaración conjunta de agosto de 1961...Unas veces más construidos y lineales, y otras más violentos y desmañados, unas veces casi abstractos, y otras rozando el naturalismo - ver sus recientes paisajes de Nueva York, luminosos y a la vez de una gran melancolía, en la tradición del Hopper más metafísico -, los cuadros de Rómulo Macció dan testimonio de una singular singladura humana... © Juan Manuel Bonet (Fragmentos de los textos del catálogo para la exposición en Arco Romano de 1991)
PIEZAS DE UN PUZZLE INACABADO Como pintor se reconoce versátil y reiterativo. En efecto, desde sus comienzos, mediados los cincuenta, en su Buenos Aires natal, la pintura de Macció ha atravesado por diversos periodos formales, ha experimentado con recursos técnicos, gráficos y estilísticos muy diferentes, ha cambiado incluso de temperatura, sin embargo su tema siempre ha sido el mismo, y obsesivo en lo esencial. Algo que ha definido como "la manera de plantar la figura en el espacio". Implantarla, pues, en ese espacio virtual del cuadro donde se funden y a veces se confunden, los infinitos reales y los abismos interiores. Espacios desarticulados, anatomías ilógicas, figuras colgadas, suspendidas. En ningún caso retratos del hombre, más bien plantigrafías del sujeto abismado entre dos oscuridades: el fondo de su alma y la noche del tiempo. Figura que sólo la pintura, aunque parta de un núcleo oscuro, como piensa Macció, es capaz de iluminar. © Francisco Rivas (Fragmentos de los textos del catálogo para la exposición en Arco Romano de 1991) Rómulo Macció nació en Buenos Aires en 1931. A los 14 años entra a trabajar en una agencia publicitaria. Se especializa en Artes Gráficas y realiza decoraciones y escenografías teatrales. Comienza a dedicarse asiduamente a la pintura a partir de 1956 cuando realiza la primera exposición en Buenos Aires. Viaja a Nueva York y a varias ciudades europeas exponiendo en casi todos los paises que visita. En 1962 se une con Ernesto Deira, Luis Felipe Noé y Jorge de la Vega para organizar la muestra "Otra figuración" con quienes realizará luego varias exposiciones, entre ellas en el Museo Nacional de Bellas Artes de Buenos Aires en 1963 y en el Museo de Arte Moderno de Río de Janeiro en 1965. La muestra organizada en el Instituto Torcuato Di Tella en Buenos Aires en 1967 confirmó su consagración. Gran Premio Nacional Medalla de Oro en 1969. Exposiciones individuales: 1956-57. Galería Galatea, Buenos Aires. 1958. Galería Pizarro, Buenos Aires. 1959-1960. Galería Witcomb, Buenos Aires. 1961. Galería Van Riel, Buenos Aires. 1962. Galería Rubbers y Galería Bonino, Buenos Aires. 1963. Galería Bonino, Buenos Aires. 1964. Galería André Schoeller, París. 1965. Galería Buchholz, München. Galería Edurne, Madrid. Galería Bonino, Nueva York. 1966. Galería Matías Fels, París. 1967. Instituto Torcuato di Tella, Buenos Aires. Instituto General Electric, Montevideo. 1968. Pabellón Argentino, Bienal de Venecial. 1969 Galería Buchholz, München. Casa de las Américas, La Habana. Center for Inter-American Relations, Nueva York. Galería T., Amsterdam. 1970. Galería Carmen Waugh, Buenos Aires. Galería Iolas-Velasco, Madrid. 1971. Art Gallery y Galería Carmen Waugh, Buenos Aires. 1972. Sala Monzón, Madrid. 1973. Galería Bonino, Buenos Aires. 1974. Lefebre Gallery, Nueva York. Galleria dell'Incisione, Milán. 1975. Galería Skira, Madrid. Art Gallery, Buenos Aires. 1976. Museo de Arte Moderno, México D.F. Galería Víctor Najmias, Buenos Aires. 1977 Museo de Arte Moderno, París. 1981. Galería Juan Mordó, Madrid. 1982. Galería Bernhein-Jeune, París. 1987. Dirección de Artes Visuales, Buenos Aires. 1990. Sala Saint-Jean, Hotal de Ville, París. 1991. Castello Sforzesco Sala Viscontea, Milán. Instituto Italo-Latinoamericano, Roma. Galería Arco Romano de Medinaceli (Soria). 1992-1993. Galería Klemm, Buenos Aires. 1994. Museo Rosa Galisteo, Santa Fe (Argentina). Museo José Luis Cuevas, México D.F. 1995. Galería Argentina, París. 1996. Galería Rubbers, Buenos Aires. 2000. Museo de Bellas Artes de La Boca, Buenos Aires. 2001. Galería Mamam, Buenos Aires. Ha expuesto colectivamente en numerosos museos y galerías: Galería Andrè Schoelles, París. Galería Edurne, Madrid. Instituto Torcuato Di Tella, Buenos Aires. Bienal de Venecia 1968. Sala Monzón, Madrid. Museo de Arte Moderno, París. Bienal Venecia 1988. Galería Klemm, Buenos Aires. Galería Bernhein-Jeune, París. Colectiva: Almudena Armenta, Rómulo Macció, José Márquez, Olga Okuneva y Reiner Schiestl, Galería Arco Romano, Medinaceli (Soria), 2000. 2002. XXV Aniversario Galería Arco Romano de Medinaceli (Soria). Premios:
- 1959.- De Rider, Chantal Tienen obras suyas los siguientes Museos y entidades: The Jospeh H. Hirshborn Collection. The Larry Aldrich Museum Foundation. The Museum of Rhode Island School of Desing, Providence. The Solomon R. Guggenhein Foundation, New York. The Walker Art Center, Minneapolis. Musèe d'Art Moderne, Bruxelles. Musèe Cantonal, Lausanne. Museum des Zwanzigsten Jahrunderts, Viena. Neue Pinakothek y Kunst-Verein, München. Museo de Arte Moderno, Museo Nacional de Bellas Artes e Instituo Torcuato Di Tella, Buenos Aires. Colección Bienal Panamericana y Museo Nacional de Bellas Artes, Córdoba (Argentina). Museo de Arte Moderno, Río de Janeiro. Museo de Bellas Artes, Caracas. Museo de Arte Moderno, México D.F. Art Museum The University of Texas, Austin. The First National Bank of Boston, Boston. Museo de Arte Contemporáneo, Madrid. Musèe d'Art Moderne, París. Enlaces |