Próximamente tendrá
lugar en el monasterio de Huerta una exposición
sobre el noveno centenario de la orden del císter(1), para hablar sobre ello nos
trasladamos a esta localidad soriana donde fuimos recibidos por el joven abad (tiene 38
años y es el abad más joven de toda la Orden) de esta
casi milenaria congregación...
-¿Qué motiva esta exposición?
~ Se celebra el noveno centenario
de la fundación de la Orden del Císter. En 1908 se fundó el primer monasterio
Cisterciense en un lugar francés llamado Císter; en la Borgoña. Como conmemoración se
están haciendo distintas celebraciones en España, en Europa y en el resto del mundo.
Aquí nos propusieron, surgió la idea, de hacer una exposición. Lo ví muy bien, y poco
a poco se han ido dando los pasos para su realización. Esta exposición va a ser de
mediados de julio hasta el 30 de octubre. Consiste fundamentalmente en una recreación de
lo que fue la vida monástica cisterciense en los siglos XII y XIII.
-¿Qué objetos se van a
mostrar al público?
~La idea inicial era no
mostrar demasiados objetos... Pero después pues sí, se ve que se van a mostrar unos
cuantos. No puedo decir en este momento el qué: van a ser códices, sepulcros, imágenes,
etc.
-¿Qué vigencia cree que
tiene en la Iglesia de nuestros días la Orden del Císter. Ya que se trata de una de las
más prestigiosas y antiguas?
~Más que hablarte de la Orden
del Císter, que tiene su importancia, te hablaría del monacato en general. El monacato
ha tenido una influencia grandísima. Hay una influencia a niveles más profundos, de dar
un sentido a la realidad de las personas, al ser de las personas. Esa influencia es grande
hacia aquellos que se topan con un monasterio, que están verdaderamente deseosos de
buscar, a veces que están hartos, hastiados de tantas cosas superficiales de la vida. No
obstante, el monacato, ha sido muy importante, no sólo en el cristianismo, en otras
religiones, como un punto de referencia y una ayuda para que la gente tome conciencia de
lo que realmente es, no de lo que hace, de lo que vale, de lo que tiene. Va a la raíz de
la persona, y dentro de la misma Iglesia, como de cualquier religión, el monacato va más
allá de las expresiones, incluso de las formulaciones dogmáticas. Todo eso por supuesto
se acepta dentro de la Iglesia, pero se invita más a encontrarse uno con uno mismo, con
su realidad humana, con Dios, y con los demás. Se va un poco a la esencia de la persona.
Por eso creo que tiene una gran vigencia, por supuesto también en nuestro mundo, aunque
no tenga esa atracción multitudinaria, que por otro lado es imposible.
¿Cuántos monjes habitan el monasterio?
~Monjes somos veinte.
-¿Cuál es la edad media de los monjes?
~Cincuenta y un años.
-Háblenos un poco de la
cuestión económica del monasterio. Son muy autónomos, pero nos tememos que no andan
sueltos de dinero
~Mira, nuestra vida es sencilla.
Y no necesitamos muchas cosas para vivir. Nosotros procuramos no complicarnos
excesivamente. Tenemos el membrillo
- podíamos haber montado una empresa grande y no quisimos- un taller de iconos, la
tienda, hospedería donde se acoge a gente, y aunque es muy económica...
-¿Cuántas plazas?
~No queremos que pasen de diez.
-¿Mixto?
~Sí; quizá más adelante
ampliemos porque es mucha la demanda que hay. Pero claro los fondos son muy limitados.
Todo esto lo hemos hecho nosotros, los monjes. La verdad es que hace años los monjes lo
han pasado muy mal. Hoy día tenemos una economía sencilla, pero nos da para vivir y no
pretendemos más.
-¿Qué supuso
el Císter en la construcción de Europa? Esa idea ayudó a lo que ahora es Europa:
valores democráticos, derechos humanos, convivencia, eso creo que estaba, no sólo, pero
también en el Císter. El Císter fue el difusor de todo esto.
~No cabe duda. Porque
cuando una cosa crece como la espuma hay una sintonía con el mundo que le rodea. Pero
incluso esa influencia en Europa que decimos, cultura, valores, ya la encontramos
previamente en lo que es la familia benedictina. Lo que sucede es que poco después de
sufrir el Císter su expansión, empiezan a coger fuerza las Universidades, y se cambia la
influencia de los monasterios a las Universidades.
-¿Se puede hablar de que
el Císter tuvo una influencia en el ideal caballeresco de la Edad Media, como una
sublimación de las armas...?
~No cabe duda de que cada uno
somos hijos de nuestra época. Entonces en el tiempo de nace Císter el ideal caballeresco
existe. Puede que aquellos que entran al monasterio sean hijos de su época y, de alguna
manera, sublimicen ese ideal caballeresco. Ahora los que vienen al monasterio traen las
ideas de nuestro mundo: democracia, comunidad...
-A eso nos referimos. Por
aquél entonces gentes de armas que serían violentos y brutales, se les encaminaba hacia
un idealismo, hacia una cierta ética...
~Exactamente. Y luego tenemos las
órdenes de Caballería, están orientadas originalmente a proteger a los Santos Lugares,
a los peregrinos, entonces lo que hace el papa Eugenio III, que fue cisterciense, es
decirle a San Bernardo, "dale unas normas de vida a los Templarios, para llevar ese
ideal caballeresco con una ética".
-Ahora que están muy de
moda los temas esotéricos hay quien dice que San Bernardo trataba de recuperar los
valores célticos, los druidas, los cristianizaba...
~No conozco muy bien ese tema.
Pero de hecho el cristianismo ha recibido influencias del paganismo y las ha
cristianizado.
-Bernardo de Claravaux fue el fundador de la
regla de San Benito...
~Normalmente se dice que
fue San Bernardo. Eso es por simplificar. En el siglo VI existe un monje llamado Benito de
Nursia que escribe una regla como escribían tantos abades sus reglas para sus monjes. Estas reglas eran a
veces cogidas por otros monasterios, a veces en el monasterio tenían varias reglas, entre
ellas la de San Benito: una para fijarse en el aspecto litúrgico, otra para el aspecto
práctico de la vida... Poco a poco, sobre todo en el siglo IX, se empieza a implantar la
regla única de San Benito en muchos monasterios. Pero no es una orden concreta. Es una
regla. Por eso se puede decir que hay familia benedictina, todos aquellos que siguen la
regla de San Benito. Pero los monasterios somos todos muy autónomos. Pues bien, de entre
estos monasterios que observan la regla de San Benito - algunos se juntan formando
congregaciones- está la congregación de Cluny, que siguen la regla de San Benito. De un
monasterio de esta congregación, llamado Molesmes, cluniacense y por lo tanto
benedictino, se marchan varios monjes en grupo: al frente de ellos el abad, que era
Roberto, a un lugar más solitario. Ellos buscaban una vida más solitaria, más sencilla,
allí había una liturgia que acaparaba toda la jornada del monje... Buscaban una mayor
sencillez, un trabajo manual para vivir de él, una mayor pobreza, una mayor soledad...
Los monasterios se construyen en soledades y atraen a la población... Bien, este grupo de
monjes, son los fundadores, aunque se pone como fundador a la cabeza de ese grupo que es
Roberto. Pero nosotros hablamos de los tres fundadores, los tres primeros abades: San
Roberto, San Alberico y San Esteban. Pasan los años y la verdad, es que fue una
experiencia dura, porque como ellos vivían una vida muy austera, se quedaron reducidos a
ocho, no había vocaciones. Después, al cabo de unos años, empezaron a entrar. Y en
esto, que fue en 1112, mejor dicho ya los últimos estudios dicen 1113, entra San
Bernardo, con familiares, amigos... Porque San Bernardo era una persona de una grandísima
personalidad, y atraía a muchos. Y San Bernardo es el que le ha dado el empuje:
espiritual e incluso humano, al Císter. Es una persona que de alguna manera eclipsa a los
fundadores.
© Isabel Goig y Antonio Ruiz Vega
(Extracto de la entrevista realizada en este número)
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