A simple vista
parece impropio o inadecuado ocuparse de la meseta del alto Duero en las
páginas de "Sur". Pero si conocemos la densidad de oriundos de Soria y de
Cameros en estas latitudes, por la incesante migración de escenario nacional
de los pasados siglos, generalmente con motivación comercial, ya no resulta
el asunto tan extraño o anormal.
Sólo en ambiente o
clima cordial, liso y llano de charlas de café, se pueden comentar con
sosiego las inquietudes que en estos últimos años brinda la revista
"Celtiberia", en la que tuve el honor de colaborar en el número 16, editada
por el Centro de Estudios Sorianos del Consejo superior de Investigaciones,
las conversaciones privadas con personas ilustres (muy principalmente D.
Clemente Sáenz García) y lo que se lee en publicaciones de diversa índole.
Podemos imaginar diálogos enmarcados en amplios divanes tapizados en rojo,
reflejadas en grandes espejos las figuras de los "charlistas". Incluyendo
por supuesto lo que antes de la actual división en provincias fue Valdeosera
al norte de las tierras sorianas que por Cameros se adentraba en La Rioja
oriental. Así fue Yanguas, en lengua romance "Ianuas de Valdeosera". Hay que
esperar que plumas autorizadas y no de aficionados como es el caso de estas
líneas, comenten estas cuestiones en forma algo amena, incluso en letra
impresa periodística, sin un exagerado temor a ser tachadas de plumas
petulantes. Ciertos herméticos prejuicios deben ser superados. No se deben
reservar demasiados temas para los libros y revistas de alta erudición si en
España existe un auténtico desarrollo cultural.
Muy interesante es
en lo nobiliario tradicional castellano la influencia posible de la Mesta,
pero del mismo interés es el estudio de los Linajes Cameranos de Valdeosera
y Tejada, de un matiz rústico muy acusado hasta nuestros días. Modestos
campesinos se reúnen hoy todavía en capítulo dos veces cada año. Podemos
decir que estos linajes permanecen aferrados al terruño en las orillas del
río Leza. Su origen es la batalla del monte Laturce, conocida por "Batalla
de Clavijo" y a veces confundida con la Jornada de Albelda que ganó Orodoño
I al renegado Muza de Zaragoza. Ser el origen de los linajes la concesión
por Ramiro I de dos fortalezas al general en jefe, sería suficiente para
justificar la importancia que tienen. Pero además fueron confirmados los
privilegios por Enrique IV y los Reyes Católicos. Los litigios que se
sustanciaban en la Real Cancillería de Valladolid referentes a lo instituido
por Ramiro I a favor de don Sancho Fernández de Tejada y sus trece hijos y
los sucesores de ello, tenían en Soria un obligado trámite. Claro indicio de
la amplitud de las tierras sorianas antes aludida, que tan extraña nos
resulta hoy.
Hay mucha
bibliografía soriana desperdigada. Así, leyendo a Azorín, vemos que en 1828
D. Manuel del Río, nacido en Carrascosa, provincia de Soria, ganadero y
hermano del Honorable Concejo de la Mesta publica un libro titulado "Vida
Pastoril", en el que indica ser más antiguo el pastoreo de Soria que el de
La Montaña, León y Burgos, lo cual da una categoría máxima a las grandes
veredas sorianas. Apunta D. Manuel del Río que el rebaño soriano, dada la
pericia de los pastores, sólo necesitaba cuatro hombres: rabadán, ayudador,
zagal y rapaz. Sólo cuatro pastores para llevar mil y cien cabezas hasta
Extremadura y Andalucía al comienzo de la invernada.
Pero volvamos a
los Linajes de Cameros. Los emblemas heráldicos presentan: el de Valdeosera
un oso (Valdeosera es valle de osos) y el de Tejada un tejo, ese arbusto de
la familia abietáceas, el Taxus Baccata, que en la provincia de Málaga dio
nombre a una estribación de la Penibética, la sierra Tejada. Las leyendas en
los escudos son:
Para Valdeosera:
"Laudeamos viros gloriosos et parentes nostros in generationem suam"
(Eclesiast).
Para Tejada:
"Beatificamus eis qui sustinuerunt" (Epis. Sant.).
Figuran en el
archivo de Valdeosera 4.819 inscripciones de hidalguías. Las reuniones de
Capítulo tienen la asistencia de tres Diputados Claveros para estudiar
expedientes de procedencia y sancionar títulos. Tienen muy en cuenta que el
asentamiento en gemelos solares da sucesión sólo masculina en Linaje
Valdeosera y sin distinción de sexo en el de Tejada Las 13 divisas,
procedentes de los 13 hijos de D. Sancho Fernández de Tejada presentan
referencias nominativas de villas o lugares de la comarca o nombres
personales.
Como vemos se
respira aún hoy, en 1969, el medievo de Cameros. No en balde el poema
cidiano presenta ejemplos valederos para muchos siglos. Ejemplos de
lealtades forjadoras de una continuidad por el respeto a principios básicos
y elementales. Rodrigo Días, pese a ser desterrado por Alfonso VI, sigue
siéndole fiel y le envía desde tierras de Aragón, con Minaya Albar Fáñez,
cien caballos:
¿Ides vos, Minaya
- a Castella la gentil?
Dios nos valió - e
vençiemos la lid
Si a vos
ploguiere, Minaya - e non vos caya en pesar
enviar vos quiero
a Castiella - do avemos heredads.
Al rey Alfonso -
mío señor natural
destas mis
ganancias - que avemos fechas acá
dar le quiro çien
cavallos - e vos idgelos levar
* * * * * * * * * *
Hay nuevos datos,
cábalas muy razonables y trabajos cada día más profundos en los estudios
sorianos y esto ha de agradar a los oriundos de allí que son tantos en
Andalucía. Debe puntualizarse, parte de lo ya señalado anteriormente, lo que
se ha escrito sobre la leyenda del escudo de Soria "Soria Pura Cabeza de
Estrema-Dura", los Doce Linajes, la influencia de los privilegios de la
Mesta posteriormente, los hallazgos recientes de fuentes arábigas en la
discutida batalla de Calatañazor, las vicisitudes para perder primero y
luego rescatar en parte las pinturas murales mozárabes de San Baudelio, que
desde hace cuatro años se exhiben en el sótano del Museo del Prado.
Como ejemplos de
temas sugerentes y que son más discutidos hoy, se podía presentar cuatro de
ellos en plan inicial.
1.- Que la
incursión de Almanzor en la Sierra de la Demanda destruyendo el Monasterio
de San Millán de la Cogolla y penetrando hasta Canales a nueve leguas al sur
de Nájera, presenta a su regreso un "portillo" en Pico-Frentes, descubierto
en 1860 por el ingeniero Saavedra que une en línea recta la sierra con
Medinaceli, pasando por Calatañazor. Esto, con más de un siglo de ser
conocido, da hoy mucha luz al relacionarse con el "tiraz" de Hixem II
encontrado en signo de derrota en San Esteban de Gormaz, que se guarda en la
Academia de la Historia y con la muerte, a los pocos meses de la discutida
batalla, del caudillo Ben-Abi-Amer, de una supuesta melancolía. Este trabajo
del ingeniero Saavedra, publicado en una revista técnica francesa, es unos
diez años posterior a su magna tarea de reconstruir la calzada romana entre
Uxama y Augustóbriga (hoy Muro de Ágreda).
2.- Las
ampliaciones y aclaraciones que se esperan del profesor Sánchez Albornoz en
dos citas de su "España Musulmana" tomo I, que suponen el reconocimiento de
la derrota de Calatañazor por códices de Oriente Medio.
3.- Que la actual
región Extremadura debe este nombre al de la frontera de la Reconquista en
el Alto Llano Numantino. No olvidemos las escenas venatorias en los murales
de San Baudelio en que se ven tonsuras, hábitos monacales y turbantes como
expresión de convivencia.
En el Alto Duero
se da en magnitud desusada un fenómeno que es normal en los frentes
estabilizados de largas guerras: la despoblación, si se produce un avance
importante, dejando un hueco que da lugar a una posterior repoblación.
Anteriormente a la repoblación árabe tenemos precedentes de destrucción
toponímica masiva, llegándose a pensar por sesudos varones que Numancia
estuviera en Zamora.
Fue ímprobo el
esfuerzo de Saavedra para reconstruir las piedras miliares en una longitud
de 200 kms., según queda indicado antes, siendo así que se trataba de una de
las arterias romanas más importantes de la Tarraconense. Pensemos por tanto
que el frente de la Reconquista del Alto Duero sin alteración posible entre
los siglos X y XI soportó después una turbulencia migratoria. Don Clemente
Sáenz García comenta en "Celtiberia", en el año 1968, una obra de Sánchez
Albornoz editada en Buenos Aires en 1966, titulada "Despoblación y
Repoblación en el Valle del Duero". Aunque bastante escasa de datos
sorianos, es de una impresionante minuciosidad en la zona más baja que
estudia a fondo. Por otra parte, se impone apreciar que al descender la
frontera "coincidió en su término" con lo que después, en tiempos de paz,
fue término de los itinerarios de la Mesta del norte de la Península que
reunidos en Guadarrama y en Béjar descendían hasta Guadalupe y Andalucía.
Esta coincidencia de término me había llevado a una interpretación personal
pastoril de la leyenda del escudo que publicó la revista "Celtiberia"
(número 16). De sobra se sabe que no es la auténtica interpretación sino
algo de tono menor o de menor rango. La Gran Cañada Soriana, integrada en
Sigüenza, se nutría del ganado procedente de la Sierra Cebollera y de las
vertientes sur de los puertos de Piqueras y de Oncala (Molinos de Razón,
Valdeavellano de Tera, el Vadillo, La Póveda, Yangüas y San Pedro Manrique).
Yo consideraba en mi modesto trabajo muy verosímil que en las largas
pláticas de la invernada dominara en Guadalupe la impronta del gran boato de
la Cañada Soriana, por su mayor prestigio y antigüedad. En Cuencia y Murcia
en cambio, lo manchego, indiferenciado tuvo que ser la tónica en lo pastoril
ya que la Mancha fue cabeza de Mesta (Valle de Alcudia) con itinerario
autónomo.
La Extremadura
actual o "Extremadura Nueva" no ve reflejada la frondosidad de sus
alcornocales en el Duero sino en el Tajo y el Guadiana. Extrema-Dura o
"Nacimiento del Duero" fue considerado por el vulgo como sinónimo de
frontera, pero al emigrar hacia el sur la frontera emigró también el
topónimo. La Extrema-Dura que soportó durante tanto tiempo las audaces
incursiones del Califato que llegaran hasta Tudela, descendió en el siglo
XII hasta quedar situada donde ya su impropio nombre es sólo el recuerdo del
poderío musulmán, idealizado por el sabor inconfundible que los romances
fronterizos supieran ofrecer como poético legado.
4.- Referente a
Ben-abí-Amer El Victorioso, el historiador Dozy en su "Historia de los
Musulmanes en España" indica que Abdelmalec, séptimo abuelo de Almanzor,
recibió un castillo en Torrox, en la provincia de Algeciras, a orillas del
río Guadiaro. No es por tanto su homónimo que tenemos hoy próximo a Nerja.
Abdelmalic, que acompañó a Taric con el ejército berberisco que ocupó
Carteya, que era de la tribu yenemita de los Moafir. No se sabe si era
malagueño de nacimiento Almanzor, como algunos creen, pensando sin duda en
el Torrox actual. Sólo se sabe que era andaluz de ocho generaciones. La
ampliación que diera a la mezquita de Córdoba nos enorgullece desde luego a
todos los españoles, no sólo a los andaluces, como debió enorgullecerle a él
el palacio que habitó en Medina Zahara, una de cuyas fuentes se exhibe hoy
en el Museo Provincial de Córdoba.
Son por tanto
cuatro temas los enunciados y esbozados. Habría mucho que escribir y también
que decir de ellos en "charlas de café", como aquella que presidiera en
Salamanca un ilustre profesor y como las que hoy debieran proliferar por
toda nuestra geografía. Y en revistas y conferencias. Pero antes de terminar
y volviendo a Cameros es curiosos observar que el renegado Muza, vencido en
Albelda, debe ser el que perdura en el argot familiar actualmente cuando se
quiere designar, despectivamente, algún testigo o valedor. Y además otra
aclaración: aunque la comarca de Valdeosera llegaba hasta Alfaro y
Calahorra, es también el nombre de una minúscula aldea muy cerca de San
Román, en la que se celebra el Capítulo de los linajes todos los años en
mayo y septiembre. Esta Junta tiene la presidencia del Alcalde Mayor, el
alcalde Ordinario, el Procurador y los tres Diputados Claveros. Muy cerca de
Valdeosera están la ruinas del Monasterio de San Prudencio, en la margen
derecha del Leza. Pese a la destrucción del monasterio es muy venerado en la
aldea, habiendo sido discípulo de San Saturio y después Obispo de Tarazona.
Y evoquemos una
vez más al anónimo poeta que desde la altura de Medinaceli, gran antena
medieval, transmitió a la Humanidad el gran poema cidiano en copia del
amanuense Per Abad. Porque son muchos los poetas anónimos en la España
actual que confían en que aquello, la esencia de aquello, nos asegura la
CONTINUIDAD. ¡Y la paz! No en balde la Historia es aviso para el porvenir.
©
Rafael Caffarena
publicado en "Sur", Febrero 1969
Rafael Caffarena y Robles
por Antonio Ruiz Vega
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por Manuel Martínez Ortega |