Carlos Las Heras

El tiempo en que no estàs

Se suicida el cuarto menguante, se evapora para darse al otro mundo,y aquì abajo, le gritamos, le envidiamos, le criticamos con "recelodio" y "nostalgiamor" de cosas que pasaron.... o que soñamos que pasan

Ruido,demasiado ruido, tanto que algunos prometemos ir a vivir allá arriba... otros vuelan sin previo aviso a tenor de no sè què aconteceres ò lògicas.

Hoy quedamos menos en el cìrculo, hoy puede que supliquemos gritando al vacìo que sentimos, abismalmente dentro

Ruìdo, demasiado ruido, nos apresuramos a rebozarnos en èl, a ver si conseguimos que la sombra de la soledad pase de largo y... de repente.... otros somos.... o nò, los mismos pero sin pena y con gloria, con poco ruido y muchas nueces, con la habitacion del tamaño de nuestros sueños, y los sentidos...los cinco bailando endulzados y emborrachados con eso que creemos que vamos a encontrar por brindar en navidad, entre la tarta de un cumpleaños, en noble metal alrededor de un dedo, eso que le llamamos: ¡¡FELICIDAD!!; un Manà para las tribus de Ur, el agua y la sal de los camelleros de Saba, un Nirvana para los indios de Laksmhi,el paraìso para nosotros.

¡FELICIDAD!;hemos de cogerla con un iman.... es.... como coger una trucha con cepo, el agua con los dedos, el mango por la sarten, el fuego con las manos,el viento con red, es como coger los pàjaros y ciento volando, la nieve con criba, las semillas con embudo.

Se cae el sol desde la ventana, y su estela acaricia los ojos de todos los que buscamos mientras le despedimos en el anden-horizonte, marcha para darse al otro mundo tambien.

...Y aquì abajo, le gritamos, le envidiamos y le cantamos con las ansias de que llegue mañana, para que nos desvele el secreto de su sonrisa tan natural como permanente, y.... sì, claro ,el misterio de la FELICIDAD....pero no hay forma, sòlo se lo dice a quien se va con èl en su caìda.

...y hoy aquì, en nuestro cìrculo somos menos, porque un rayo humano le segò el negro de sus carbones brillantes, su sonrisa ùnica a medio esconder con la mano, èl ya sabe el secreto de la FELICIDAD, esa que aparece cuando no hacemos ruìdo, tanto ruido buscandola

...A BORJA...

© Carlos Las Heras 2000

Maestro escuela

Pizarra de negra pintura y chirriantes e interminables números de tiza, manos y dedos blancos de polvo-piedra, trapo sucio, relavado infinidad de veces, pide con urgencia a los ojos la jubilación. maderas grises-polvo cantan bajo las pisadas y el correteo de los pupitres, siempre de tres en tres.

Tarima de pierna estirada, solo con impulso arriba, y desde allí... ¡que diferentes se ven las cabezas de los niños!, ilustradas testas con varias marcas de piqueras, con orejas prominentes y orientadas al estrado pero ignorantes al viejo "maestro escuela".

Él lleva tosco cuello ,quizás almidonado,mangas y pechera falsos como una moneda de dos caras, sus zapatos tienen el brillo moribundo, tantas veces remendado, con ventanas en las suelas tapadas con papel-periòdico protegiendo al pie.

Ellos, pantalones de tirantes ò sujetados por una soguilla de encabestrar a las mulas, más tarde, jerseys azul marino acabados en pico, con remiendos en los codos, algunas carteras marrones, feas como ellas solas, con boton trapezoidal y cerradura dudosa, zapatos de cordones embarrados,con nudos inverosímiles, a veces acompañados por calcetines de color indefinido,abstracto, con el talon deformado, y otras veces con los pies huerfanos con los rebordes marcados en los tobillos flacos, de iguales proporciones las piernitas.

Ojos pequeños, brillantes de curiosidad, incrustados en las cabezas igualadas, mondas lirondas simbolo opresor, espejo de carestías, egocentrismo condecorado vigilando desde la pared.

Estufa en el centro de la clase, alguien se ocupó de traer leña de carrasca "pal maestro", y para los niños... en la fachada vieja, ondea cansada una bandera bicolor que, abatida por el sol y las lluvias yace semicaìda , convaleciente y paciente en sus argollas.

suena las campanadas del recreo, no se han levantado los chavales que ya salen por la puerta del patio, el "maestro escuela" hunde su rostro en los ejercicios de aritmética y....piensa, siente, sueña, recuerda...

...A kilo de metralla el metro cuadrado, la risa interrumpida, el silbido en el aire, el amanecer sangrado, teñir la camisa, romper el vendaje, la bota quemada... los dedos donde, faja para dos, pierna y cabeza, una lata de añejo para toda la semana, las correas...¡me aprietan!, cinco horas caminando por el monte de noche, corriendo hacia donde, ...es la ira que busca el éxtasis del adormecer, la locomotora que sólo tiene una direccion, imparable a la estacion del otoño obligado...antes el mareo y el desvanecimiento, luego unirse al color dorado de los árboles de la meseta...

Campanadas...hoy es domingo, día del Señor..pero no del mortal, ahora toca cavar y desaparecer, han alcanzado al que llevaba una guitarra en la espalda, sujeta como si de su ropaje fuera....

El trueno y el silencio abren ventanas al vacío del estomago, pongo rodilla en el charco...arde, todo arde...la sangre hierve por el miedo,se hiela por la nieve, la vista se me nubla, los oìdos me revientan.....mi mujer,mi padre.....

....Todo es humo,siento tal agonía que me anuda la garganta, estoy sólo...y vivo, estoy vivo, la soledad más pura me ha invadido...el rocío parece paliarme este enorme dolor en la cabeza...sigo vivo... eso creo, pero no me puedo levantar, oigo las explosiones ya a lo lejos, y.......más cerca, gritos de dolor a ras del suelo,

...vuelvo a pensar que esto no me puede estar ocurriendo, que es una enorme pesadilla, que estoy soñando,pero el dolor es enorme, mi pierna..¡un mèdico, necesito un médico....! creo que me estoy muriendo....mi Manuela...mi padre....

Suena la campana, se acabó el recreo, alborotos infantiles traen al presente al "maestro escuela" las niñas con doña Remedios y los niños con él.

El profesor se levanta con su pronunciada cojera, sus pómulos marcados, sus ojos casi desorbitados hablan de la locura vivida, ¡qué extraño parece todo, ahora lo que le duele es que llega la primavera!,un dolor tan absurdo como inexplicable, mira un momento fugaz a la ventana y la inminente floracion le duele en el centro de su existir... El tiempo cambia, ahora hay paz, ¡qué palabra tan corta, tan escasa, tan fuera de lugar, la ve tan ridícula como la situacion que a el le toca vivir, pregonando el dios de un catecismo manipulado apenas sujeto por una mano con tres dedos*

© Carlos Las Heras 2000

luz ò aire 111

Desde el lecho, convaleciente de impaciencia, veo verdes adormecidos y ocres vivos, anoche cambiaron el horario, aquì ya se me hielan los pies, el invierno ya se huele, antes otoño, pero van de la mano el uno del otro.

Aquì el otoño es magnìfico, si bien es cierto que es una espècie de clausura en los ànimos espabilados por los calores; El aliento subiendo al reino de los cielos desde cada boca manantial, al abrigo le falta un boton, fuè arrancado el dìa que, bien entrado Mayo, llegamos a 15 grados, rescatar el maravilloso jersey de cuello alto, peligroso y sugestivo ponerselo sin nada debajo, sugerentemente agradable.

Volver al trabajo, al colegio, los niños no cesan de gritar y asegurar que necesitan el nuevo estuche ò la nueva cartera de lo ùltimo de Disney,el paston de las matriculas,los libros, los uniformes, las zapatillas,cuadernos que nunca se veran saciados en letras y nùmeros, el chandal que està nuevo, pero que el paso del verano ha provocado que ya no les valga, levantarlos a las siete de la mañana, dejarlos en casa de los padres, al pequeño, todavia dormido ,cogido en brazos y envuelto en su mantita, los talco, las toallitas, los pañales.

...Las prisas...

Luego, a recogerlos con las manos enguantadas, abrochando una y otra vez el abrigo, la bufanda arrastrandola por los suelos, al lado ,otros padres comentando que no saben como lo hace, pero que su hijo sale siempre el ùltimo y con el abrigo sin poner...

...Las prisas...

Dentro de poco, se veran narices coloradas,ojos llorosos, conjuntivas enrojecidas, y desnudos los àrboles zarandeados por el viento Norte,dentro de algunos dìas, veremos figuras grises-negras paseando por la alameda, allà donde se forman preciosos remolinos de hojas secas para reacomodarse en el suelo, eligiendo cama. Canciones en mensajes cifrados son las que se oyen cuando silban las ramas desvestidas, quieren sustituir a los craqueteos de las cigüeñas porque ellas volaron al sur.

Se volverà mas transparente el Padre-niño Duero; padre, porque de èl bebemos gran parte de los que aquì habitamos, y Niño porque a pocas leguas la Madre-AbuelaTierra le da a luz, un parto constante, tan natural como silencioso el recien nacido.

Es tiempo pues, de ponerse corazon y aliento de invierno,verdadero reflector de los suaves y sutiles envites para volver a empezar a sentir, ver y tocar hacia dentro, rebuscar tiempo en el tiempo para sì, rodearse de soledad, misterio y ansia buscadora de oro ìntimo.

Es hora de recorrer los vastos pagos del interior,es momento de ver, sentir, ayunar, reir ò llorar.... ¡todo dentro!... barrer hacia dentro, limpiar el polvo , fregar y ordenar nuestro lugar, cada uno el suyo. porque..si no lo hacemos, nos nos sabremos guiar de puertas para fuera, en la entronizada realidad, enrutinada y estressada, porque....todo y de todo sucede sucede en èste y otros mundos constituidos como capas de cebolla, uno sobre otros, un sentimiento sobre los demàs ,un sentir sobre el resto y que se tocan y se funden como los ventisqueros en el ya pròximo deshielo, anunciando una nueva primavera, otro sueño, otra carta a mis amigos, otra esperanza.

.... a la cantina del limon azul....

>>"bridges" de tracy chapman<<

© Carlos Las Heras  2000

Carlos Las Heras

SENDEROS IMAGINADOS