Han dado el nombre
de ‘capilla’ a la sala-homenaje en el Cementerio de El Espino, frente a
la tumba donde reposan los restos de quien fue esposa brevísima de
Antonio Machado. Podría ser un oratorio privado donde se acude para
recordar los pocos años que duró la unión Machado-Izquierdo y la
eternidad de su recuerdo.
A través de tres
paneles que cubren otras tantas paredes del recinto, se refieren a “La
niña primogénita”, “La novia polémica” y “La esposa desgraciada”.
Diecisiete años
tenía Leonor cuando falleció una edad que, de no haber sido por los
poemas de Machado, casi nada podría decirse de su vida, pero el poeta la
elevó al Parnaso y ahí quedó para siempre. Después, el pueblo de Soria a
través de sus instituciones, le dedicó espacios, estatuas y cariño, en
especial por su corta vida y por su relación con el poeta.
Los textos y la idea original se deben al escritor
y poeta soriano José María Martínez Laseca a quien el Ayuntamiento de
Soria agradece “el desinteresado trabajo, dedicación y cariño”. El
artista palentino Ignacio del Río Chicote se ha encargado de las
ilustraciones y Lola Gómez Redondo del diseño. La rotulación es de Elka
Creaciones y la iluminación de Electricidad Francisco Pérez Concha. Al
escultor Ricardo González Gil agradecen la desinteresada cesión del
busto de Leonor Izquierdo.
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