Dioses y Héroes de
la España Antigua
Antonio
Ruiz Vega
Edita:
La Esfera de
los Libros
MADRID 2002
Los hijos de Túbal en La Esfera de los Libros
El
episodio del termestino
Aunque
no existiera España como tal resulta sorprendente este sentido de
pertenencia a un colectivo peninsular, algo que en principio no podemos
dar por supuesto, dada la enorme tribalización de la península, lo que
los romanos se preocuparon más bien en conservar que en combatir por
aquello del "divide y vencerás". Y todavía más extraño es
que el prisionero sea consciente de pertenecer a algo muy antiguo, que
resulta serlo doblemente para nosotros, cuando han pasado casi dos
milenios de aquello. Es la misma sensación de vértigo que nos acomete
cuando leemos acerca de las leyes tartésicas que tendrían seis mil años
de antigüedad... cuando llegaron a oídos de Estrabón. Concepto arcano,
el de esa España que nos resulta más remota de lo que en un principio
pudiéramos imaginar y que, además, tenía una consciencia de sí misma
que ni aventurar podemos de donde le vendría
La
comarca donde se asienta el yacimiento de Tiermes, en el suroeste de la
provincia de Soria, es todavía sugerente y enigmática. La despoblación
de los sesenta la ha convertido en una tierra sin hombres, con numerosos
despoblados. Junto a la milenaria ciudad rupestre que poco a poco van
exhumando los arqueólogos, aparecen numerosas obras romanas. Sorprende el
grosor y la cimentación de las murallas que Roma levantó aquí y hace
pensar en una región levantisca donde perduraría durante mucho tiempo el
maquis celtibérico en episodios parecidos al del pretor Pisón.
El paisaje, de
roquedos rojizos, robledadales y carrascas, está señoreado por las
cumbres de la Sierra Pela que separan la provincia de la vecina
Guadalajara. En las cercanías de Tiermes se levantan otros poblados
rupestres no menos enigmáticos como Castro, y hay kilómetros enteros de
farallones llenos de insculturas y grabados de diferentes épocas (del
paleolítico hasta la práctica actualidad, cuando los pastores todavía
entretienen sus ocios esgrafiando nombres o imágenes en la piedra).
Más al norte,
existen todavía parajes donde la tradición popular ha situado escenas
del hecho sangriento que terminó con la muerte de Pisón. En el Nomenclator
de Soria que Manuel Blasco publicó en el siglo XIX, se describen unos
parajes cercanos al Burgo de Osma, donde están las rocas llamadas Castro
y Peñalavara. De la primera dice:
En la mitad del
peñasco y como a unas doce varas de altura se observa un pequeño hueco
abierto a pico, donde, según la tradición, estuvo guardado el cadaver
del pretor Lucio Pisón, muerto según Cornelio Tácito de una lanzada que
le dió un termestino cansado de sufrir sus tiranías. Coronando la
cúspide también y en el borde del precipicio, hay una piedra redonda y
plana conocida por la Mesa del Moro, acerca de la cual se refieren
igualmente algunas fábulas que omitimos por suponerlas completamente
infundadas o impropias de este lugar.
Probablemente se
trate de una tradición muy posterior, cultista, sin ninguna apoyatura
histórica, pero no deja de sorprender esta pervivencia.
Esto demuestra que
la romanización debió de ser un proceso muy lento y que durante muchos
años pervivirían, coexistiendo con la cultura latina, no sólo las
lenguas sino también las creencias, lo que andando el tiempo iría
quedando oculto en la intrahistoria. Un fondo de cocción donde herviría
a fuego lento el inconsciente colectivo de las diversas etnias para
destaparse en momentos propicios o para, en todo caso, conservar las
señas de identidad de pueblos vencidos pero no sojuzgados.
Salustio, en su Conjuración
de Catilina, da una versión algo diferente del luctuoso suceso.
Primero dice que los asesinos fueron varios jinetes hispanos y que
pertenecían al propio séquito de Pisón. Algunos afirman que tales
indígenas no pudieron soportar sus órdenes injustas, soberbias y
crueles, sin embargo otros aseguran que tales jinetes, antiguos y fieles
clientes de Cneo Pompeyo, le atacaron cumpliendo un mandado de éste.
De este modo
quedaría todo reducido a un ajuste de cuentas dentro del stablishment
romano.
© Antonio Ruiz
Vega
(fragmento del libro)
En
la sección de Biblioteca Soriana hemos seleccionado un capítulo del
libro dedicado a
Numancia
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