Javier Narbaiza

novela

El día en que volvimos a la Universidad Laboral

Dos

Universidad Laboral de GijónSalí del dormitorio caminando por los pasillos revestidos de cerámicas azulonas. Se escuchaba de fondo música ambiental de aquellos años: Paul Anka, Dúo Dinámico, Los Cinco Latinos---
Ahora tocaban: "Cuando calienta el sol... /aquí en la playa... /siento tu cuerpo vibrar... /cerca de mí..."

Matrimonios frisando o rebasando los cincuenta - paisaje con muchas calvas de ellos y rubio paja de las esposas- se saludaban gozosos. El patio central -cercado de vallas metálicas para evitar accidentes por desprendimientos de pizarra- se mostraba sucio de papeles y cagadas de paloma. Desde la balconada o arengario, tras interrumpirse la melodía de los Beatles "Please, please me...", alguien daba instrucciones. Las azafatas, con camisetas blancas -en las que figuraba impresa la silueta de la torre, con alusión al cincuentenario-, enarbolaban cartelones con el nombre de las distintas Universidades Laborales: Gijón, Zamora, Sevilla, Tarragona, Córdoba, Sevilla, Coruña, Alcalá, Cheste... También se leían rótulos con numeraciones sucesivas. Continúe hasta encontrar PROMOCIONES 1960 a 1965. El primero con quien me topé fue Adolfo Ramos, alias Tripy. Abrió los ojos, incrédulo, gritando mi nombre.

-¡Leche, leche... si es Vivar..., si es El Incomprendido...

Nos abrazarnos y saludé a su mujer, Mari Pepa, viniéndome el recuerdo de los inicios de la relación sentimental entre Adolfo y una niña bien de Aranjuez, historia que databa de mi lejana estancia en el internado y tras cuya confidencia pudo originarse algún préstamo de frases de pasión encendida que él incorporaría a su personal epistolario amoroso.
Acudió un grupo de compañeros, que cordialmente me estrujaban, mientras por mi parte intentaba descifrar qué rostro de antaño se escondía detrás de unos párpados como guantes de boxeo o de unos ojos enrojecidos por alcoholes hostiles.

- ¡Joder, Vivar .. ! ¡La última persona que esperaba encontrar aquí ... ! Te tragó la tierra cuando te dieron la boleta...

Encontré a mi amigo Pedro Fernández Ibarra, de los mas inteligentes de clase, y que mantenía la misma voz desafinada de siempre, con la que estuvo atronándonos durante varios cursos, en su ronca interpretación de los Beatles...

-¡Pedrito ... ! Pero si tienes pelo y todo... ¿Cómo lo has conservado?... Si ya en aquellos tiempos te echabas unas ampollas para la caída, que por cierto olían a petróleo...

-Sigues con buena memoria, Vivar.. Era el "S y J 38", y el producto lo había inventado un jesuita del Revillagigedo: el padre Montero... Costaba cuarenta duros la caja...

-Imagino que tú sí que habrás llegado a importante en algún taller con tecnología punta...

- ¡Ya ... ! ¡Te equivocas, Vivar!, que uno descubrió que se vive mejor de francotirador.. Después de terminar la Ingeniería Técnica, me licencié en Psicología y hoy tengo en Bilbao mi propio gabinete...

Encontré a Manolo Rey, a Castro Varela, a Arias, a Barrero, a Rodríguez, a Guti. Me presentaban a sus mujeres, y Guti venía también acompañado con su hija de veinticinco años...

-Viendo a vuestros hijos, se da uno cuenta del tiempo que ha pasado...

-Algunos han intentado localizarte desde que salimos... ¿Dónde te has metido durante tantos años ...

-Pues todo fue muy sencillo... Me dio por hacer las Américas y vuelvo formato indiano, buscando dónde colocar la palmera...

Continuaba el cerco de efusiones, mientras muchos se identificaban ante mi dificultad en situar a los sucesivos interlocutores.

-¿No te acuerdas de mí ... ? Soy Iglesias Femández de Blimea...

-¿Y de mí tampoco te acuerdas ... ?

-El caso es que no te ubico...

-Soy Larri, que jugaba de portero en el equipo de la Universidad, cuando lo dejó Piñera... Si no parabas de entrevistamos para La Torre y hasta nos ponías nota como en el Marca...

-¡Ah sí ... !, claro que me acuerdo. Que nadie entendía que un portero de fútbol fuese bajito... Pero tenías agilidad y te colocabas muy bien...

-Pues mañana -sigue Larragoiti- nos toca devolverles la revancha a los de la Laboral de Córdoba, a quienes ganamos en los Juegos Escolares del 65 en Madrid, donde nos proclamamos campeones... Ya verás qué equipo de veteranos hemos recogido...

En el TallerAlguien añadió que contaban con Araquistáin, Varela, Suárez, Requejo y otros fenómenos, en aquellos tiempos vencedores de todo entorchado escolar futbolístico...
Me aclaraba Tripy que yo era de los pocos que se perdió cuando terminamos en la Laboral. Prácticamente cada tres o cuatro años se habían venido reuniendo casi todos los de la promoción.

- Oye, es puñetero esto de que todos hayáis seguido viéndoos y uno venir de aparecido...

-Hace unos meses, visitando al Padre Rivero en Valladolid, nos acordábamos de ti... Siempre esperamos que acabases en personaje por cosas de la lírica, o al menos, como periodista deportivo...

Pedían silencio por los altavoces y nos indicaban que pasásemos al salón de actos. Iban a proyectarnos una película sobre la construcción de la Universidad Laboral y otras diversas secuencias de la historia de los Centros. Fuimos entrando al cine, con el orden inconsciente de cuando éramos intemos. Se respiraba exacto olor a la goma del suelo y a la piel de los asientos. Nos sentamos en las butacas, cuyos respaldos ya se reclinaban con harta dificultad, mientras continuaba hablando con Trippy, con quien me sentía obligado a rendir explicaciones tras tantos años sin dar noticia ni razón de mi paradero.

Atropelladamente, intentábamos contarnos en cinco minutos cuanto habíamos hecho en seis lustros, e indegábamos por nuestras respectivas familias, que ambos habíamos conocido, ya que un verano él estuvo en mi pueblo y yo le devolví la visita en las fiestas de aranjuez. Constatábamos que nuestros padres ya habían fallecido.

Sobre el blanco de la pantalla permanecía, con tonos más apagados, el mural de Enrique Segura con las figuras, mensajes y claves que me intrigaron en aquel tiempo.

© Javier Narbaiza 1999
(El capítulo aquí publicado, pertenece a la novela El día en que volvimos a la Universidad Laboral, es © del autor y con permiso de la editorial)

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