El alma de los árboles

Miguel Herrero Uceda

hedras
2005

 

El alma de los árboles es un libro singular, distinto de aquellos a los que solemos encontrar en las librerías. Es un libro que nos habla de los árboles, de su historia natural, del hábitat de cada especie, de cómo han contribuido cada una a la vida de los seres humanos, cómo nos han ayudado a paliar nuestras enfermedades, a construir viviendas y utensilios; cómo, en definitiva, nos han acompañado durante nuestro largo camino sobre el planeta que compartimos con ellos. Es un libro de entretenimiento, no tan solo porque está escrito de una forma llana y franca, con una voz sencilla y llena de cariño por estos seres, voz que se ve acompañada por la de otros autores que en sus obras han dado a los árboles vida literaria, sino porque está lleno de vida y curiosidades donde se aúnan naturaleza, literatura, mitología, historia, costumbres y leyendas en torno a cada uno de los árboles más comunes.

Granado en flor

La granada es corazón
que late sobre el sembrado.
Un corazón desdeñoso
donde no pican los pájaros.
Un corazón que por fuera
es duro como el humano,
pero da al que lo traspasa
olor y sangre de mayo.

(F. García Lorca, Canción oriental)

 

En África existen acacias que avisan a sus compañeras mediante gas etileno para que actúe sus mecanismos activos y protegerse ante la llegada de herbívoros.

Los cocos son como botellas de náufrago con las que las palmeras colonizan las islas del Pacífico.

El abedul le gusta crecer en lugares abiertos, y bajo su protección pueden desarrollarse castaños, robles y hayas que consolidarán el bosque, mientras la siguiente generación de abedules sigue buscando nuevas y más alejadas zonas para cubrirlas de árboles.

El escritor de cuentos Hans Christian Andersen cuando iba a entrar a España vio muchos cipreses y le pareció que le decían, con sus formas de paraguas cerrados, que entraba en el país del Sol.

El ginkgo es la especie viva más antigua de la Tierra, su fuerza vital de supervivencia es tan fuerte que después de la destrucción nuclear de Hiroshima, en la siguiente primavera, rebrotó un ejemplar. Los hijos de este árbol están hoy en Nueva York, Londres y París como embajadores de la Paz.

Los antiguos celtas veían en la nuez un paradigma del huevo cósmico, origen de todo el Universo. El científico y divulgador Stephen Hawking sigue utilizando la metáfora de la nuez para explicar la teoría del Big bang.

El nombre del hígado, similar en todas las lenguas romances, procede del fruto de la higuera, por la costumbre romana de comer hígado de oca cebado con higos.

El poeta Antonio Machado le gustaba contemplar los árboles y veía en ellos un reflejo de su propia alma:

Álamos entre San Polo y San Saturio (Soria)

He vuelto a ver los álamos dorados,
álamos del camino en la ribera
del Duero, entre San Polo y San Saturio,
¡Álamos del amor que ayer tuvisteis
de ruiseñores vuestras ramas llenas;
álamos del amor cerca del agua
que corre y pasa y sueña,
álamos de las márgenes del Duero,
conmigo vais, mi corazón os lleva!

 

Son sólo algunas de las muchas notas que han sido recopiladas minuciosamente por Miguel Herrero Uceda para componer este libro, fruto de su pasión por nuestros compañeros ancestrales: los árboles. Literatura, botánica, historia, costumbres, mitología y saber popular se aúnan y complementan en esta obra para dar solaz a los lectores y placer a las mentes curiosas.

www.hedras.com

Los árboles, espejo del alma de un poeta

 

COMENTARIOS

SUMARIO

SENDEROS IMAGINADOS

Hola, soy Icni, anímate y escríbenosColabora y contacta con nosotros

Los textos  están publicados con permiso expreso de sus autores,  siendo ellos los únicos responsables del contenido. Las fotografías y los textos son  © de los autores. Las direcciones  electrónicas se hacen públicas con permiso de sus autores. No facilitamos ningún dato a terceros.

SENDEROS IMAGINADOS
Páginas creadas y mantenidas por © maruska 2001/Actualizadas el 15 diciembre 2014