Antonio
Ruiz e Isabel
Goig
Edita:
Centro Soriano de Estudios Tradicionales
Colección: Cosas de Soria Nº 4
Páginas: 225
Imprime: Arteprint (Soria)
SORIA 1999
La memoria no es sólo recordar aquello que se
nos antoja necesario o importante, la memoria es sobre todo, no olvidar.
A veces, una se pregunta como es posible que algo antiguo, oscurecido por el olvido, o
simplemente ignorado pueda cobrar vida de nuevo.
Y una de esas veces, es ésta: el libro que tengo entre las manos, Remedios caseros y
otras magias sorianas.
No vamos a encontrar en él nada que no estuviera ya depositado en algunas privilegiadas
memorias; nada nuevo que pueda ofrecerse a la ciencia (pero quién sabe), ninguna
solución "milagrosa" ni encontraremos, tampoco, brujas y videntes tan en boga
en las ciudades...
Encontraremos memoria del pasado y del presente, bien arraigada a la tierra.
Es un libro escrito con una agilidad sorprendente. La primera lectura se hace de un
tirón, nos lleva de historia en historia de personaje en personaje, de pueblo en
pueblo... desde el principio de la memoria hasta hoy mismo que ya es ayer.
Desde las prácticas mágicas que se ofrecen en las primeras páginas, relacionadas sobre
todo con los ritos mágicos celtas y la brujería de la Edad Media, pasando por las
religiosas cristianas, la cruz y los santos más venerados en Soria, llegamos a la
actualidad. Primero visitamos las fuentes medicinales sorianas, que tan fundidas están
con las creencias populares, seguimos con la curación con hierbas, pero lo hacemos
siguiendo el recorrido alfabético de los pueblos y así constatamos la variada
formulación para las mismas enfermedades. El libro se cierra con algunos remedios para
curar a los animales y un índice de hierbas.
Los autores, curiosos viajeros y buenos conocedores de la tierra que pisan, sus gentes y
su historia, nos introducen con asombro y conocimiento en la práctica más antigua de la
historia: la curación de los males físicos y morales.
Y lo más insólito es que cuando cierras el libro te das cuenta que ya no pertenece a los
autores sino a nosotros, porque está lleno de vida y al alcance de cualquier curioso
viajero. Es un libro "de bolsillo", una guía, que despierta nuestra curiosidad
e invita a acercarnos a esos lugares que no están marcados en las guías turísticas y
renovar nuestros sentidos, buscando los olores, los colores, el sabor de esas hierbas que
acabamos de conocer o conocidas, porque, ¿quién no conoce el romero, el tomillo, el
espliego, la madreselva, el brezo, el anís...? y atrevernos a preguntarles a esas gentes,
que se nos presentan entrañables y escuchar sus historias.
Un libro vivo que nos devuelve la magia de los cuentos de los abuelos, y la sensibilidad
de nuestros sentidos.
Los orígenes o la identidad de cada cuál no están sólo en el lugar que nacimos o
crecimos, sino en la necesidad de comprender el lugar que habitamos y sobre todo en la
capacidad para descubrir y respetar ese mismo lugar, hayamos o no nacido en él y
también, porque no, en el "arte" de "trasplantar" lo aprendido en
nuestros viajes.
Podemos estar o no estar de acuerdo con alguna creencia o idea, pero de lo que no podemos
dudar es de la necesidad de que sobreviva lo que existe: la naturaleza y lo que
quisiéramos que perdurara: las buenas costumbres y la realidad es que sólo se trata en
uno y otro caso de instinto de supervivencia.
©
Celia Duañez
Algunos Remedios Caseros en ABANCO/COSAS DE SORIA
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